El Juego del Portero
A fondo Módulo 2 El Entrenamiento y la Competición en etapas formativasTexto extraído y recomendada su lectura de: Sans Torrelles, Alex, Frattarola Alcaraz, Cesar. 2015. Volumen 2.1: La Técnica y la Táctica. MCSports |
MODULO: -2-; TEMA: -4-; SUBTEMA: -2.4.1-
2.4.1.a - Análisis de las demandas del juego sobre el portero.
2.4.1.b - Desarrollo del juego del portero
Texto extraído y recomendada su lectura de:
“Las áreas de entrenamiento y la competición – Volumen 2.2: “las áreas de especialización y la dirección de equipos – El Portero” - MC sports 2015 - por Alfredo Rodríguez Ríos.”
2.4.1.a - ANÁLISIS DE LAS DEMANDAS DEL JUEGO SOBRE EL PORTERO.
Son ya varios los autores que han reflexionado y escrito sobre dichas demandas. Consideramos también nosotros fundamental tener en cuenta estas nuevas necesidades, así como la nueva metodología para entrenarlas.
De todos es bien conocido que, haciendo un análisis estructural del juego del fútbol, éste, nos presenta parámetros a tener en cuenta como son: la meta, el balón, el espacio, el tiempo, la colaboración de mis compañeros y la oposición de mis rivales.
Todos ellos definen la lógica interna de nuestro deporte, sin olvidarnos obviamente del reglamento, especialmente para el portero debido a las particularidades específicas de esta demarcación (Martín Acero y Lago, 2005).
A nivel reglamentario sabemos que el portero (Sambade, 2006):
• Puede utilizar sus manos en la relación o manejo del balón, siempre dentro del área de penalti.
• Debe ir siempre vestido de forma diferente.
• Dentro del área de meta, no puede recibir del adversario cargas de alta Intensidad en situaciones de 1:1.
Estas particularidades conllevan desarrollar en su juego, patrones técnicos y tácticos propios y específicos de su demarcación. De aquí nace el entrenamiento “específico” para intentar dar respuesta a dichas necesidades técnico-tácticas diferentes al resto de posiciones.
Concluimos, por lo tanto, que el portero dispone de elementos técnicos comunes al jugador (en su fase ofensiva) y elementos técnicos propios y/o específicos (en las fases ofensiva y defensiva).
Aún así, no debemos olvidar que cada demarcación dentro de un sistema de juego es una especialidad. Por lo tanto, el entrenamiento individualizado, debe atender las necesidades del juego (técnicas, tácticas, condicionales, psicológicas o colectivas) para cada demarcación.
Antes hemos comentado que bajo nuestra perspectiva estructural del juego, el portero no está solo, y que seguramente, desde hace años se han malinterpretado esas palabras, este hecho podemos argumentarlo desde un análisis de la demanda afectiva-emocional de su juego.
Nadie negará que la posición del portero conlleve una enorme responsabilidad. Seguramente podríamos incluso afirmar que es la demarcación con más responsabilidad. Ya que sus acciones y de la manera cómo las interactúa, van a ser determinantes en el resultado final.
Obviamente, si el portero falla es muy probable que el rival consiga gol. Este aspecto sin duda, otorga a la demarcación de la máxima presión y responsabilidad. El portero debe actuar en el juego sabiendo del riesgo de sus acciones, especialmente si estas son incorrectas. Este aspecto comporta lógicamente, que el portero debe tener unos rasgos psicológicos muy determinados para poder desarrollarse en el juego al 100% de sus habilidades.
Por otro lado, y siguiendo el exhaustivo análisis de Sambade, J. (2006) sobre la actividad del portero en competición, el estilo de juego del portero y su carga de trabajo, estarán influenciados por aspectos como:
• A: El estilo de juego de su equipo: comportará que el portero se desarrolle de forma diferente. Cuando nuestro equipo se muestra con iniciativa en el juego, el portero deberá estar en actitud de alerta, deberá abarcar mayor radio de acción, el número de sus intervenciones será menor (aunque no por ello más fáciles) y tendrá mucha importancia como se desarrolle colectivamente.
Por el contrario, si nuestro equipo juega a la expectativa, el portero deberá evitar más ocasiones de finalización del rival, abarcará un menor radio de acción y tendrá una mayor frecuencia de acción. Todo ello conllevará un estilo de juego mucho más reactivo y donde las respuestas técnico-tácticas estarán más presentes.
• B: La eficacia defensiva de su equipo, a la vez que el potencial ofensivo del rival.
• C: El tiempo/resultado del partido: el portero como un elemento más dentro del colectivo, y como primera línea de ataque del equipo, deberá interpretar muy bien cuando interesa acelerar el ritmo de juego o, por el contrario, cuando debe desacelerarlo.
• D: Las evoluciones reglamentarias, siempre dificultando el desarrollo del portero en el juego, limitando el uso de las manos en su relación con el balón y, por lo tanto, demandando una mejora técnica al tener que dominar también el juego con los pies.
Existen numerosos estudios, de naturaleza cuantitativa, sobre la actividad del portero en competición, que también deberemos tener en cuenta posteriormente para conocer las demandas del juego sobre esta demarcación y, a posteriori, definir y planificar con coherencia el entrenamiento.
Sin entrar en detalles, dichos estudios revelan como desde la dimensión o estructura técnica del portero, sobre el 70% de las acciones que realiza en competición son en fase ofensiva (de inicio o de continuidad en el juego) y el 30% son acciones defensivas (de recuperación o no).
Obviamente deberemos tener siempre en cuenta, que cualquier comportamiento o acción técnica de relación con el balón, vendrá determinada a posteriori de comportamientos previos colectivos y tácticos.
2.4.1.b - DESARROLLO DEL JUEGO DEL PORTERO
Este apartado no pretende ser un manual de entrenamiento de porteros, puesto que en la bibliografía específica y desde hace algo más de una década ya disponemos de ellos, consideramos además, que la tarea de su entrenamiento corresponde al técnico especialista.
Es por ello que, incidiremos muy por encima en la conceptualización de las acciones de juego del portero y su desarrollo en el juego, y se intentarán ofrecer determinados apuntes, ideas o elementos diferentes a los que suele realizarse en el entrenamiento de porteros convencional.
Lógicamente ni en el fútbol, ni en el jugador/portero, no existe un único modelo o modelo ideal, pero sí que cada cual debe poder argumentar su modelo de comportamiento (técnico, táctico o colectivo) y en base a esto construir el entrenamiento.
Siguiendo con la clasificación establecida por Sans y Frattarola respecto a las diferentes manifestaciones de los jugadores de fútbol, inclusive el portero, en el desarrollo del juego hablaremos de:
LAS CAPACIDADES Y SITUACIONES DEL JUEGO DEL PORTERO
2.4.1.b1 - Habilidades motrices específicas sin/con oposición
2.4.1.b2- Destrezas específicas
2.4.1.b3 - Acciones técnicas ofensivas / defensivas
2.4.1.b4- Acciones tácticas ofensivas / defensivas
2.4.1.b1 - HABILIDADES MOTRICES ESPECÍFICAS
Son todos aquellos movimientos realizados por el portero, propios de cada situación de juego, manifestados con/sin oposición.
En el caso de la demarcación del portero, y debido a la especificidad de su juego, en gran parte por las peculiaridades del reglamento, las habilidades motrices específicas las trataremos como gestos-tipo o acciones coordinativas aplicadas.
Este tipo de acciones, que como norma son de naturaleza acrobática, se manifiestan principalmente en el juego defensivo del portero al estar sometido dentro de un entorno con máxima presión espacio-temporal y, sobretodo, por la presencia de muchos jugadores (compañeros y adversarios).
Sin duda la interiorización de estas habilidades motrices y su dominio son de capital importancia para que el portero pueda posteriormente desarrollarse a su máximo nivel en el juego.
HABILIDADES MOTRICES ESPECÍFICAS DEL JUEGO DEL PORTERO
SIN
OPOSICIÓN
desplazamientos Frontales
Laterales
dorsales
estiradas laterales De tiros directos a portería
En salidas
saltos y
caídas Verticales
dorsales
recuperación de la posición
posición corporal básica
giros
cambios de dirección CON
OPOSICIÓN
aceleración
frenadas
saltos y caídas Verticales
Plancha
cargas En fase aérea
En el suelo
2.4.1.b2- DESTREZAS ESPECÍFICAS
Son todas aquellas acciones que realiza el portero para manipular el balón manifestando un claro dominio sobre éste. Este tipo de acciones se llevan a cabo únicamente en ausencia de oposición directa sobre balón.
Estamos hablando de acciones de juego como: el pase, la conducción del balón, el control del balón (recepción del balón en su fase ofensiva), y los lanzamientos con la mano (por arriba o por abajo) y con el pie (volea, semi-volea y botepronto).
DESTREZAS ESPECÍFICAS DEL PORTERO
pase
recepción Conducción
transporte Lanzamientos
De mano De pie
2.4.1.b3 - ACCIONES TÉCNICAS OFENSIVAS / DEFENSIVAS
Son todas aquellas destrezas específicas y acciones que realiza el portero, ahora sí con presencia de oposición directa, con la finalidad de superar o no ser superados por el adversario.
Estamos hablando de acciones ofensivas, como la protección del balón en sus diferentes manifestaciones (recepción del balón, pase, regate y conducción) y del regate.
En la fase defensiva el portero dispone de acciones técnicas para recuperar el balón (el blocaje y la parada) y de acciones técnicas para evitar el gol (el despeje y el desvío). Todas ellas suponen la manipulación y relación con el balón en fase defensiva con la intención, por parte del portero de, o bien recuperarlo o bien evitar que éste entre en la portería.
ACCIONES TÉCNICAS
Ofensivas
Protección del balón Recepción
Pase
Conducción
Transporte
Regate
Regate defensivas
Con recuperación del balón Blocaje
Parada
Sin recuperación del balón Despeje
Desvío
Factores de eficacia de las destrezas y acciones técnicas.
Cuando hablamos de la fase ofensiva, y al igual que el jugador, el portero tendrá como primer objetivo no perder la posesión del balón o, lo que puede parecer lo mismo, ayudar a mantener su posesión.
Pero el matiz es importante porque, si entendemos al portero como la primera línea de ataque de nuestro equipo, deberá tener presente que a la hora de iniciar el juego, es fundamental no solo enviar el balón a un compañero de forma precisa, sino que además dicho pase sea la Respuesta Óptima a la Situación de Juego que se manifiesta.
Además, en niveles superiores, debemos exigir al portero en su eficacia técnica, que cada vez que inicie o dé continuidad al juego, lo haga atendiendo al ritmo que cada situación solicite. Por lo tanto, no siempre deberá ejecutar lo más rápidamente posible, sino que a veces será interesante que ralentice el juego.
Para ello, será necesario que se establezca una relación directa entre las acciones técnicas del portero y sus acciones tácticas y/o colectivas, atendiendo a diferentes patrones de juego e interpretando constantemente cuáles son las necesidades/ posibilidades de sus compañeros y del propio partido.
Por otro lado, cuando hablamos de la fase defensiva, la eficacia técnica del portero vendrá determinada por su capacidad para recuperar el balón o, en su defecto, evitar el gol.
Lógicamente esta eficacia técnica no debe analizarse nunca por sí sola, sino que deberá conjugarse primeramente con el desarrollo de sus acciones tácticas y/o colectivas y las de sus compañeros. Entendiendo que estamos dentro de un marco de juego de colaboración y oposición, en un entorno situacional y variable, los comportamientos táctico–colectivos de los compañeros y del propio portero en la toma de decisiones, condicionarán sustancialmente la eficacia técnica del portero.
Aspectos como el tipo de repliegue colectivo, el tipo de marcaje, el equilibrio de las líneas, la colocación defensiva del portero, su capacidad de anticipación, incluso su capacidad de dirección y organización de la línea defensiva van a ser fundamentales para obtener un mayor índice de eficacia técnica defensiva.
Estos aspectos del juego y otros, van a condicionar la frecuencia de intervenciones del portero a nivel defensivo y además el nivel de peligro en cada una de ellas.
Si analizamos el desarrollo defensivo en competición de los porteros profesionales, parece evidente afirmar que hay muy pocos que manifiesten un notable % de acciones defensivas de recuperación del balón.
Evidentemente, éste es un parámetro a tener muy en cuenta a la hora de analizar la eficacia técnica de nuestro portero; aunque obviamente nunca podemos ni debemos aislarlo de su comportamiento táctico y colectivo y del resto de sus compañeros.
Lógicamente, también el nivel de la oposición será un parámetro importante a tener en cuenta para realizar un cálculo y análisis cuantitativo de la eficacia defensiva técnica de nuestro portero.
2.4.1.b4- ACCIONES TÁCTICAS OFENSIVAS / DEFENSIVAS
Son todas las acciones de juego que realiza el portero, cuando no está en posesión del balón, en las que participan de forma directa un máximo de 3 jugadores (incluido él mismo, y siendo al menos uno de ellos, un contrario) dentro de la propia zona de juego.
De esta manera nos podemos encontrar con las siguientes situaciones de juego:
EN FASE OFENSIVA (SJ)
P+1: 1
EN FASE DEFENSIVA (SJ)
P: 1
P: 2 P+1: 1 Balón controlado
Rivales en carril central Rivales en carril central y lateral Marcaje directo Marcaje indirecto
Acciones tácticas en fase ofensiva.
En fase ofensiva el portero únicamente deberá identificar y saber resolver la situación de juego de 1+P:1. Esta situación de juego acostumbrará a darse únicamente tras la imposibilidad de progresar en zona de medios, encontrándose el compañero poseedor del balón (y último defensa) presionado directamente por un rival, en zona de inicio.
El objetivo principal en dicha SJ es la de crear realmente una situación de superioridad numérica en ataque (2:1) y, por lo tanto, no correr ningún riesgo en perder la posesión del balón.
Si el portero interactúa correctamente en dicha situación de juego, vamos a ofrecer una salida segura al compañero y vamos a dividir la presión del rival, pues ya no solo deberá prestar atención al jugador, sino que deberá tener en cuenta la participación del portero. Esta Situación, además, creará tal desequilibrio decisional en la presión del rival, que permitirá que nuestro jugador sea capaz de desbordar al rival, utilizando al portero como elemento de engaño.
Las acciones tácticas a desarrollar en dicha situación de juego serán exclusivamente y en este orden: la colocación ofensiva por parte del portero, el apoyo de emergencia y la dirección y organización de la LD (línea defensiva).
SJ
P+1: 1 Acciones tácticas
Colocación ofensiva Apoyo de emergencia Dirección y organización de la línea defensiva
Acciones tácticas en fase defensiva.
En fase defensiva el portero deberá saber identificar y ofrecer la respuesta óptima a diferentes situaciones de juego que a continuación vamos a desarrollar.
SJ
P: 1 Acciones tácticas
Colocación defensiva entrada