CARACTERÍSTICAS DE LA FASE DE FORMACIÓN: ETAPA DE PROMOCION (Introducción)

OBJETIVO GENERAL DE LAS ETAPAS DE ESTA FASE 

  • Dominar los aspectos básicos del juego. 
  • Conocer y aceptar las características del centro, su funcionamiento, los compañeros, los técnicos y las formas de entrenamiento, mostrando una actitud favorable hacia las tareas grupales y a las que implican esfuerzo, asumiendo la importancia y las consecuencias que se derivan sobre el propio organismo ocasionadas por el entrenamiento 

PREBENJAMINES Y BENJAMINES DE 1er. AÑO

  • Dada la edad de los jugadores hablaremos de unas etapas en las que el objetivo principal es el de aumentar al máximo posible su bagaje motriz. 
  • Por lo tanto, más que buscar la ejecución precisa de cualquier acción, lo que debemos conseguir es que el jugador experimente muchas acciones y situaciones del juego con las máximas variantes posibles. 
  • Esta experiencia motriz permitirá al jugador “configurar” muchos de los aspectos que resultarán básicos para su posterior actividad en el juego, por ejemplo: 
    • Capacidad para realizar cálculos espacio-temporales. 
    • Terminar de definir “su” biomecánica en relación a las acciones y desplazamientos propios del fútbol (paso previo a la manifestación de la técnica y la táctica propiamente dichas). 
    • Familiarizarse motriz y conceptualmente con las situaciones y conceptos más básicos del fútbol (ataque, defensa, situaciones de 1:1, ocupación del espacio, etc.). 
  • No existirá por lo tanto, un programa estricto de objetivos específicos de cada área, aunque el entrenador podrá incluir en la actividad (dependiendo del nivel de los jugadores), algunas correcciones relativas a las distintas áreas. 
  • Otros aspectos relevantes para estas Etapas, son: 
    • La necesidad de iniciarse en los hábitos de “orden” y de “atención”. 
    • La relación con los padres (especialmente si se trata del primer hijo). Es importante en este sentido mantener un contacto directo con ellos (el propio entrenador o el delegado), que permita dar una rápida respuesta a las dudas e inquietudes que se puedan generar.
    • La necesidad de una información continuada de los aspectos de funcionamiento de la entidad (horarios, convocatorias, modificaciones, etc.). 
  • Todo ello implica que en esta fase, la figura del entrenador debe responder a las características específicas y diferenciadas que presenta en diversos aspectos: 
    • La edad de los jugadores. 
    • La competición de fútbol-7. 
    • La globalidad del entrenamiento y de los objetivos propios de esta fase. 
    • Ausencia de experiencia deportiva de los jugadores. 
    • Necesidad de que el entrenador tenga conocimientos sobre psicomotricidad y sobre los aspectos evolutivos del aprendizaje. 
  • La necesidad de que exista un especialista va aumentando cuando analizamos las capacidades personales que éste debe presentar para: 
    • Desarrollar correctamente el trato con los padres, dada la peculiaridad que comporta que habitualmente se trate de la primera experiencia en relación con la actividad deportiva de su hijo. 
    • Formas de corregir, de tratar y de motivar adecuadas a la edad de los jugadores.

PREBENJAMINES (6 Y 7 AÑOS) + BENJAMINES DE PRIMER AÑO (8 años)

CARACTERÍSTICAS DE LA TEMPORADA EN RELACIÓN A LA EDAD DE LOS JUGADORES

  • Se debe dar la información al jugador de forma simple y sencilla, utilizar términos técnicos que el niño pueda comprender, por ejemplo: en lugar de hablar de una conducción rápida o lenta con cambios de ritmo, etc., podemos hablar de llevar el balón de este lugar a aquel otro, llegar antes que el compañero, etc. 
  • A partir de los 6 años el niño es capaz de conocer lo que sabe, de valorar qué conoce. Partiendo de aquí, si el entrenador fomenta la autoevaluación y análisis de las actuaciones, propicia el aprendizaje puesto que habrá mayor interiorización. 
  • El niño de 6-7 años: aún tiene una concepción física y activa del yo (valora al compañero que marca goles, al más alto, etc.). No distingue claramente entre realidad externa y experiencia psíquica interna (le cuesta entender que las cosas no sean tal y como él las ve). 
  • A los 8 años prevalece una concepción psicológica del yo, sitúan las diferencias entre las personas en función de los afectos individuales más que en las acciones (puede sentir más simpatía por un niño que por otro aunque marque menos goles). Se ha producido un cambio de una perspectiva física a una perspectiva psicológica respecto a los 7 años. 
  • El entrenador debe tener en cuenta que su actuación produce un efecto en las valoraciones del niño. Ejemplo: si lo riñe o anima después de fallar una acción. 
  • Se encuentra al inicio de la actividad colectiva bien coordinada y sostenida. Aún no comprende las reglas complejas con lo cual, los juegos con balón están lejos de la ortodoxia y, a menudo, dependen de reglas improvisadas al momento. No obstante, tiene una conciencia definida del grupo como grupo (equipo) al que pertenece y al que debe algo. Es decir, sabe que pertenece al equipo pero todavía no es capaz de mantener un elevado grado de disciplina. 
  • A los 8 años es sumamente sensible. Se ofende fácilmente y llora a menudo, sobre todo cuando está cansado: Necesita una constante atención del entrenador y que este lo elogie frecuentemente, individualizar tanto como sea posible los entrenamientos. La capacidad de atención es corta, es por lo tanto importante en la sesión de entrenamiento la utilización de gran variedad de juegos cuya duración no sea muy larga. (*) 

(*) Col Gázquez, Isabel en Sans,A; Frattarola,C “Entrenamiento en el fútbol base” – ED. Paidotribo. 5ª edición. 

CARACTERÍSTICAS DE LA TEMPORADA EN RELACIÓN A LA PROGRAMACIÓN

  • De esta Fase-Etapas, únicamente detallaremos y englobaremos en un ciclo los tres que lo componen, ya que las características de los jugadores provocan que el trabajo realizado en estas edades sea parecido. 
  • Las variantes que pueda introducir el entrenador (sobre todo en la tercera temporada -Benjamín de primer año-), vendrán dadas por las características especificas de los jugadores, es decir:
    • Los niveles de juego que manifiesten.
    • Las categorías en las que juegan.
    • El grado de madurez que manifiesta.
    • Etc. 
  • En estos casos (Benjamines de primer año que manifiestan un “estatus” superior a lo habitual), la propuesta sería introducir en la programación del entrenamiento, aspectos correspondientes a la segunda temporada (Benjamín de segundo año). 
  • La función del entrenador, en las primeras edades, será más como pedagogo, que como entrenador, tanto para el trato con los jugadores, como con los propios padres. Dejar jugar, divertirse y orientar, más que mejorar, corregir, etc. 
  • En el ámbito de la medicina nos limitaremos a exponer los aspectos a realizar dentro de la programación establecida. Dando por supuesto (y por lo tanto no las comentamos) la realización de actividades relacionadas con el diagnóstico, tratamiento y recuperación de las lesiones o incidencias que puedan producirse durante la actividad. 
  • En el área de la Psicología: para profundizar en los aspectos descritos en la planificación, el entrenador puede consultar en lo descrito en el Volumen 2.2. “las áreas de especialización” en los capítulos de la Psicología y la Dirección de equipos. También en este volumen (3.2.) se manifiestan contenidos específicos para cada fase/etapa en el capítulo -1- apartado D. 
  • En el ámbito de la técnica y la táctica, exponemos para esta temporada/ ciclo los siguientes Niveles de entrenamiento (que permitan al entrenador consultar y profundizar para el diseño de la sesión): 
    • Técnica: -1- y -2-. 
    • Táctica: -1-2- y -3-. 
  • En el ámbito de la competición, los objetivos comunes a los 3 ciclos, los diferenciaremos en cada ciclo en relación a la edad y madurez de los jugadores, incidiendo, profundizando y exigiendo su aplicación, más o menos, para cada uno de los temas propuestos.

OBJETIVOS GENERALES DE LA TEMPORADA/CICLO

  • Experimentar todos los aspectos vinculados con el juego, sin normas estrictas ni objetivos específicos concretos. 
  • Desarrollar actividades con el balón, que permitan al entrenador ir orientando la ejecución de las distintas acciones, con el fin único de la competencia dentro de la misma actividad. 

 

BENJAMINES DE 2º AÑO (9 AÑOS)

CARACTERÍSTICAS DE LA TEMPORADA EN RELACIÓN A LA EDAD DE LOS JUGADORES

  • El jugador muestra mayor competencia como miembro del equipo que como individuo. Se produce un paso hacia adelante que prepara al niño para la participación en deportes de equipo. 
  • El jugador ya no necesita un elogio tan constante como en las etapas anteriores. Se siente seguro y responsable y le gusta que depositen confianza en él. No le gusta que le traten como a un niño pequeño pero, evidentemente, tampoco puede ser tratado como un adulto. Su capacidad de atención aumenta, por lo que los juegos y ejercicios pueden incluir más repeticiones. 
  • En relación a los “Refuerzos extrínsecos” positivos o negativos, debemos tener en cuenta en esta etapa: 
    • Aprovechar el esfuerzo empleado por los jugadores, reforzándolo debidamente. Así daremos opción a que los niños menos habilidosos vean reforzada una actitud correcta. 
    • La información sobre las actuaciones negativas debe ser básicamente correctiva. Comunicar a un alumno que no lo ha hecho bien no le supone un elevado beneficio si no provocamos otra situación en la que pueda intentar hacerlo mejor otra vez, o le ayudamos a encontrar la causa del error.
    • La utilización de reforzadores negativos puede ser efectiva en la eliminación rápida de la conducta inadecuada, pero comporta un gran número de problemas que no lo hacen demasiado recomendable: 
    • En ausencia de la persona que castiga, la conducta suele volver a aparecer.
    • Si no se razona con el niño, éste no interioriza la conducta adecuada, y es fácil que perciba el castigo como una injusticia.
    • El castigo puede ir acompañado de la aparición del miedo que es producto de la ansiedad. Así, el niño se sentirá inseguro, incómodo y su nivel de motivación bajará, lo que pone en peligro su continuidad deportiva.
    • El hecho de dar información sobre los errores a través de reforzadores negativos: ridiculizar su actuación, insultarlo, chillar y “abroncar” son claros ejemplos de castigo. Estos castigos pueden provocar sentimientos de frustración, inseguridad, bajo concepto de sí mismo, antipatía hacia el entrenador, etc.
    • Dar tanta importancia al “esfuerzo” como al “logro”. Poner el énfasis más en el esfuerzo que en la victoria. 
  • Inicio de la fase de la mejor edad para el aprendizaje motor. Las formas de movimientos ya conocidas mejoran sensiblemente, otras nuevas se aprenden y refuerzan a menudo sin instrucciones. 
  • La rapidez, la agilidad y la resistencia de base se pueden desarrollar especialmente bien. La movilidad va disminuyendo, según va avanzando la edad debe dedicarse más atención a su desarrollo. 
  • Se comporta aún con poco criterio, su actitud sin embargo es realista. Analiza su entorno, se concentra en los pequeños detalles. 
  • Su capacidad de concentración está marcada por la inconstancia. La necesidad de movimiento requiere explicaciones cortas. El contenido y los métodos de los problemas a solucionar deben ser presentados de forma variada. 
  • Deseo más maduro del jugador de tener contacto social. 
  • El control consciente de los movimientos es cada vez mayor. La anticipación de las acciones y movimientos propios y ajenos, así como la capacidad de reacción se desarrollan muy rápidamente en esta edad. 
  • La imitación del movimiento del ejemplo a seguir (entrenador) – también de sus particularidades-, influye de modo fundamental sobre el aprendizaje de la soltura en él mismo.

(*) Jürgen BrauBbe y otros – “fútbol base programas de entrenamiento” – Ed. Paidotribo. 

(*) “Entrenamiento en el fútbol base” – Isabel Gázquez Pérez – ED. Paidotribo.

CARACTERÍSTICAS DE LA TEMPORADA EN RELACIÓN A LA PROGRAMACIÓN

  • Ya en esta edad iniciaremos el trabajo basado en una planificación/programación establecida. 
  • Proponemos (sobre todo en esta etapa), el trabajo por especialistas y el desarrollo de al menos 3 sesiones semanales. 
  • Seguiremos, en consecuencia, la programación (niveles) prevista en las distintas áreas del entrenamiento de la Técnica, la Táctica y las Acciones Colectivas (Consignas de los Fundamentos Universales). 
  • Aunque insistimos en la necesidad de que el entrenador, después de realizar una valoración exhaustiva de sus jugadores, deberá establecer si el programa a seguir se ajusta más a una edad superior, o por el contrario deberá incorporar en su trabajo aspectos desarrollados en el capítulo anterior, de forma que se consoliden los aspectos propuestos en aquellas etapas, y en consecuencia la actividad se ajuste a las necesidades de sus jugadores para de esta forma poder realizar un proceso lógico y coherente. 
  • En el ámbito de las Acciones Colectivas, durante la sesión realizaremos una parte en la que trabajaremos los objetivos establecidos y al menos una segunda parte en la que desarrollaremos un trabajo “real”, en el que además de corregir/analizar el objetivo establecido, corregiremos también los aspectos/consignas que no se ejecuten correctamente y que ya se hayan trabajado anteriormente. 
  • Los objetivos planteados en cada micro-ciclo, se limitarán en su enunciado al título de la consigna y su correspondiente número de orden (en mayúsculas la consigna/contenido objetivo del entrenamiento, en minúsculas y entre paréntesis el fundamento al que corresponde la consigna), el contenido puede consultarse en el volumen 1.2., para poder profundizar en el concepto. De esta forma el entrenador podrá desarrollar y planificar correctamente la sesión de entrenamiento. 
  • En relación a la técnica: en la mejora de las distintas destrezas (Nivel -3-) se determinan en cada meso-ciclo las distintas “manifestaciones” a trabajar, sin embargo, solamente se concreta que en cada manifestación se deben desarrollar las “distintas formas de ejecución”, en este caso el entrenador puede concretar estas “formas”, revisando en el Volumen 2.1 en los cuadros expuestos en el Nivel -3-, donde se especifican las distintas formas a trabajar (por ejemplo para la recepción en el cuadro expuesto en la página -34-. 
  • En relación a la preparación física: No distinguiremos variantes entre los 3 ciclos/temporadas del proceso. En todo caso el entrenador deberá adecuar en cada ciclo las variables (progresión, especificidad, etc.), en relación a las características de los jugadores y su evolución. 
  • En el ámbito de la Psicología: repetiremos los objetivos planteados en la fase de Promoción, en este caso el desarrollo de la planificación será más exhaustiva, es decir, en esta etapa se han de manifestar en el grupo (jugadores, padres), los resultados del entrenamiento. 
  • Para profundizar en los aspectos descritos en la planificación, el entrenador puede consultar en lo descrito en el Volumen 2.2. “las áreas de especialización” en los capítulos de la Psicología y la Dirección de equipos. También en este volumen (3.2.) se manifiestan contenidos específicos para cada fase/ etapa en el capítulo -1- apartado D. 
  • En el ámbito de la técnica y la táctica, exponemos para esta temporada/ciclo los siguientes Niveles de entrenamiento (que permitan al entrenador consultar y profundizar para el diseño de la sesión): 
    • Técnica: -3- y -6a-. 
    • Táctica: -4- y -6-. 
  • Los objetivos planteados en cada micro-ciclo, se limitarán en su enunciado al título del objetivo y su correspondiente número de nivel. El contenido de cada concepto técnico-táctico puede consultarse en profundidad en el volumen 2.1 de esta forma el entrenador podrá desarrollar y planificar correctamente la sesión de entrenamiento. 
  • Será muy importante que el jugador manifieste un buen nivel de los aspectos coordinativos y de equilibrio. De no ser así, deberemos alternar en el entrenamiento estas “asignaturas” de forma que se adquieran los mínimos necesarios, para que el aprendizaje de la destreza sea el adecuado. 

OBJETIVOS GENERALES DE LA TEMPORADA/CICLO

  • Dominar los Fundamentos, las acciones, las situaciones y los aspectos que componen los principios básicos del juego, desde una perspectiva individual del aprendizaje. 
  • Aceptar las características y funcionamiento de las actividades del entrenamiento y la competición, de los compañeros, los técnicos y de las formas de trabajo de las distintas tareas.